1. Honesto y confiable, que despierte credibilidad del personal – colaborador.
2. Líder capaz, como fuente de inspiración para el equipo de trabajo.
3. Visionario, que observe el comportamiento presente para el futuro.
4. Generador de cambios estratégicos para lograr mejoría continua.
5. Rectificador de rumbos, un fracaso lo toma como experiencia de vida.
6. Hiperactivo y generador de resultados, con alto contenido ético.
7. Promotor de sinergia en equipos de trabajo, para lograr alta competitividad.
8. Constructor del buen clima organizacional, motivando al cliente interno, que redunde en beneficio del cliente externo.
9. Consciente de la necesidad de capacitación de por vida, considerando los cambios cotidianos, solucionando los problemas cada vez más complejos.
10. Poseedor de un alto espíritu de responsabilidad social y ambiental, que contribuya a lograr y mantener una imagen creíble de las empresas, como de otras organizaciones. DIRIGIDO A LOS ALUMNOS DE ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS EN EL IPN Y OTRAS, ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Y OTRAS (LIC. MAESTRIA Y DOCTORADO):
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